Comenzamos a recrearnos con la
panorámica. Siguiendo la cresta, el ascenso a la Peña las Once que impresiona pero no tiene tanta dificultad como parece al principio ( y con
todo lo que llevamos ya tragado , todo
es pan comido , ) llegamos a la segunda cima en tras haber observado gran cantidad de edelweiss.
Por cierto, se recuerda que esta prohibido cogerlos ,
( y aquí historieta del abuelo cebolleta , cuando recuerdas hace muchos años,
que no era necesario ascender
hasta la quinta puñeta para verlos , y no había incluso una ley que te prohíbe cogerlas , Como han cambiado las cosas Una duda me corroe , cuando piensas que hace
cincuenta años , solo cuatro chalados subíamos al monte y si encima sabían que eras
nudista, la gente aprovec haba al
marcharte para hacer el signo sobre la sien indicando que te faltaba un
tornillo , y quizás por si eras portador
de algún rabo demoníaco que se escapaba por los pantalones ,
Ahora , hay muchísima mas gente
que sube ,al monte , Es positiva la democratización de esta actividad pero con tanta gente subiendo , hay praderas que
han desaparecido, , lugares absolutamente machacados por los hombres, y
especies que casi han desaparecido expoliadas por los humanos No se,
me hace dudar de todos los progresos La Peña las Once (2658 metros) es el punto más
alto de la ruta. Un lugar para disfrutar de un entorno espectacular. Gran parte
del Sobrarbe y de la Ribagorza es visible desde su cumbre.
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